3 puntos a tener en mente cuando damos feedback negativo.
Cuando es hora de tener una conversación difícil por bajo rendimiento de un subalterno, no es placentero, y muchas veces los jefes lo vamos dejando pasar, pensando que desaparecerá y no es cierto.
3 recomendaciones a seguir:
1. Clarifica el propósito de la reunión: se claro en cuál es el objetivo de esta, que es lo que se busca, como se logrará, cómo afectará nuestra relación laboral. Esto nos dará un momentum positivo para acelerar el tono de la reunión.
2. Prepárate para recibir datos/feedback conflictivos. Antes de la reunión, no puedes asumir, esto te puede rebotar, por eso debes saber cual es la historia del problema y cual crees que será el otro lado de la historia de él/ella; saber si tu eres parte del problema y por último, pregunta, ¿cuál es tu perspectiva de la situación?
3. Comprométete a escuchar y mantenerte sintonizado. Después de dar tu feedback, dale oportunidad a él/ella que responda y mantente atento a sus comentarios, al final lo importante es llegar a un mutuo acuerdo y cuáles son los pasos a tomar.
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Proporcionar retroalimentación negativa es una tarea esencial pero desafiante para los líderes, y evitar estas conversaciones puede afectar negativamente a todo el equipo. Brooke Vuckovic, profesora de liderazgo en Kellogg, ofrece tres consejos fundamentales para manejar estas situaciones de manera efectiva:
- Clarificar el Propósito de la Conversación: Antes de abordar la conversación, es crucial tener claro el propósito a gran escala (Purpose) y el objetivo específico (purpose). El propósito principal puede estar relacionado con mejorar el servicio al cliente o fomentar la confianza entre los miembros del equipo, mientras que el objetivo específico se centra en abordar el comportamiento particular del empleado.
- Prepararse para Recibir Información Contradictoria: Es común que surjan nuevos datos durante la conversación que desafíen la comprensión del líder sobre el problema. Vuckovic sugiere prepararse para esta posibilidad considerando diferentes perspectivas y reflexionando sobre si uno mismo ha contribuido al problema.
- Comprometerse a Escuchar y Mantenerse Atento: Fomentar una discusión productiva requiere disciplina y presencia. Después de dar la retroalimentación, es vital permitir que el empleado comparta su perspectiva y asegurarse de que se sienta escuchado. Adoptar una estrategia de «bucle» para confirmar la comprensión mutua y establecer pasos claros para el seguimiento es esencial.
Finalmente, es importante tener una estrategia de salida para manejar reacciones emocionales y asegurarse de que se establezcan acuerdos claros para futuras acciones.